Destinos

Los destinos europeos reforzarán sus estrategias de preparación ante las crisis turísticas

La ETC publica un estudio en el que analiza la repercusión de las crisis vividas en el pasado y sus enseñanzas

10/09/2024

8:57 horas

Sanz destaca que los destinos contarán con “las herramientas necesarias para navegar ante las complejidades de la gestión de crisis”.

Sanz destaca que los destinos contarán con “las herramientas necesarias para navegar ante las complejidades de la gestión de crisis”.

La Comisión Europea de Viajes (ETC) ha publicado un informe titulado ‘Crises in Tourism: Impacts and Lessons from European Destinations’, que pone de relieve la creciente frecuencia y gravedad de las crisis que afectan al sector turístico en Europa y en todo el mundo. El objetivo del documento es que los distintos destinos refuercen sus estrategias de preparación en caso de que vuelva una crisis sobrevenida que afecte al turismo del continente.

Desde la ETC recuerdan que a medida que evoluciona la dinámica mundial de los viajes y las economías se interconectan más, “el sector turístico se enfrenta a una mayor vulnerabilidad a las crisis”, señalando como ejemplos la COVID-19 y la guerra en Ucrania.

En el informe, la ETC identifica las principales vulnerabilidades del sector, lanzando al mismo tiempo una hoja de ruta para gestionar de forma eficaz este tipo de situaciones, poniendo en valor las lecciones que dejaron los episodios pasados, mejorando así “la resistencia de los destinos europeos”.

Miguel Sanz, presidente de la ETC, ha destacado que “el sector turístico es una de las industrias más susceptibles ante los efectos de las crisis globales. Por ello, la capacidad de recuperación es una necesidad. Por ello, la resiliencia ha dejado de ser un lujo para ser una necesidad sobre la que debe construirse el turismo del futuro”.

Gracias al informe, Sanz asegura que van a dotar a los destinos de “las herramientas necesarias para poder navegar ante las complejidades que supone la gestión de crisis”.

Elevado riesgo

Una de las conclusiones del estudio es el elevado nivel de riesgo del turismo europeo ante crisis provocadas por las condiciones meteorológicas adversas y otros desastres naturales, así como las iniciadas por crisis geopolíticas y atentados terroristas, disturbios, ciberataques y otros problemas informáticos.

Entre los principales problemas que pueden acarrear las crisis se encuentran la seguridad alimentaria y energética, problemas en infraestructuras o recursos hídricos en el caso de las crisis meteorológicas. Desde la ETC señalan que la climatología del continente es “cada vez más impredecible y algunas regiones se enfrentan a olas de calor y sequías mientras otras sufren inundaciones generalizadas”.

Ante la dependencia del turismo del continente ante infraestructuras complejas, como la red de transporte, alojamientos y atracciones, también estas deben de ser tenidas en cuenta de cara a próximas crisis.

Adicionalmente, la inestabilidad política, los problemas en frontera y los conflictos internacionales, que añaden incertidumbre, merman al sector turístico

Estar mejor preparados

Desde la ETC, el estudio llega con la intención de servir de herramienta de mejora ante la gestión de crisis futuras, permitiendo al sector estar listo ante cada una de las fases que, según la ONU, debe darse ante una crisis grave: preparación, respuesta, recuperación y resiliencia.

Además, el organismo señala que, con el tiempo y a medida que el sector se enfrente a más frecuentes y graves crisis, más preparado se encontrará, siendo, además, las organizaciones turísticas nacionales fundamentales.

En su papel, deberá de coordinar a todas las autoridades regionales, agentes implicados y demás interesados, ofreciendo información clara y concisa a los visitantes también. Entre sus funciones, serán la de comunicador, con actualizaciones de la información clara y fiable a todos los interesados. Además, deberá ejercer de coordinador de todas las partes.

Adicionalmente, deberá ser el mediador entre todas las partes del sector, monitorizando los impactos y ofreciendo orientación y tranquilidad a las empresas. También ejercerá de supervisor de seguridad y reputación, protegiendo la imagen del país en el extranjero, y luchando contra la desinformación. Así mismo, deberá trabajar como recopilador de datos y perspectivas, para poder afrontar las decisiones durante las crisis.

En el estudio también se destaca que los organismos nacionales deben planificar los riesgos a largo plazo analizando los datos y ofreciendo seguimientos a las respuestas de las crisis.

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