El Tren de la Fresa, una de las experiencias turísticas más emblemáticas de la Comunidad de Madrid, ha cerrado la campaña de este año, coincidiendo con la celebración de sus 40 años de historia, con récord absoluto de viajeros, 12.517 viajeros en 36 trenes, con una ocupación media del 91%, y que se suman a los más de 330.000 que ha llevado el tren entre Madrid y Aranjuez en todos sus años de circulación
Este clásico del turismo madrileño, que viaja entre Madrid y Aranjuez todos los fines de semana de primavera y otoño, es una iniciativa conjunta de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles y su Museo del Ferrocarril de Madrid, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Aranjuez y Patrimonio Nacional.
Este año, la temporada empezó antes de lo habitual con el fin de captar viajeros entre los visitantes de Madrid de Semana Santa. Además, el tren pasó por primera vez por la estación de Cercanías de Sol, al cambiar su salida habitual desde el Museo del Ferrocarril de Madrid por la estación de Madrid-Chamartín-Clara Campoamor, para lo que se tuvo que poner en marcha, con éxito, un operativo excepcional.
En mayo se organizó un tren especial para conmemorar el 40 aniversario que ha sido el más largo de su historia, con una composición única -la locomotora 319 que habitualmente arrastra el Al-Ándalus de Renfe, dos furgones, un coche 5000, los cuatro coches ‘Costa’, cuatro coches-restaurante R12 y un ZZ-.
Viaje para mayores para cerrar la temporada
El cierre de la temporada de otoño lo puso el pasado domingo un viaje organizado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles y el Ayuntamiento de Aranjuez para un grupo de casi 300 mayores ribereños.
Este año se han consolidado rutas nuevas en Aranjuez, como las rutas ‘Fresas ciclistas’ y ‘Fresas de la huerta’, que se introdujeron el año pasado y han tenido “muy buena acogida” por parte de los viajeros, según la Fundación.
El Tren de la Fresa inició sus recorridos el 27 de mayo de 1984 y surgió como una iniciativa de Renfe. Desde entonces realiza un recorrido entre Madrid y Aranjuez que rememora la primera línea de la Comunidad de Madrid, y segunda línea de la Península, inaugurada en febrero de 1851, como parte de un proyecto mayor que uniría la capital con el Mediterráneo.
El convoy está formado por cuatro coches de la serie ‘Costa’, construidos en la década de 1920 y que operaban en la costa catalana, así como un coche de la serie 5000 de Renfe y dos furgones de los años 60. En total, el tren dispone de 385 plazas en cada trayecto, ofreciendo una oportunidad única para viajar en auténticas piezas de historia ferroviaria.