El Gobierno de Venezuela debe actualmente 3.066 millones de euros a las aerolíneas, tras haber abonado 317 millones de euros.
La aerolínea italiana Alitalia reanudó ayer sus operaciones en Venezuela, fruto de las reuniones realizadas entre representantes del Gobierno venezolano con la compañía aérea y diplomáticos italianos, informó la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
El anuncio lo realizó vía Twitter el ministro de Transporte Aéreo y Acuático del Gobierno venezolano, Luis Graterol, quién indicó que los primeros vuelos se reanudará en la conexión Venezuela-Roma.
“Reconocemos la iniciativa de Alitalia y su confianza en Venezuela. Reafirmamos el compromiso del Estado para fomentar la actividad aérea en el país”, afirmó.
El Gobierno venezolano propuso en junio pagar en seis cuotas la deuda de 3.900 millones de dólares (2.917 millones de euros) que sostiene con unas 24 aerolíneas hasta el cierre de 2013.
Estas cuotas serán canceladas semestralmente hasta el año 2016. La industria espera que las solicitudes de divisas que se hagan en 2014 sean canceladas de forma oportuna con hasta 35 días de demora.
Deuda de más de 3.066 millones
El Gobierno de Venezuela sostiene que aún tiene una deuda con las aerolíneas de 4.100 millones de dólares (3.066 millones de euros), tras haber abonado un total de 424 millones de dólares (317 millones de euros).
A finales de julio, Alitalia solicitó a las autoridades del país reactivar sus operaciones en Venezuela después de que en mayo anunciase la suspensión temporal de sus vuelos hacia este país.
Los primeros acercamientos se realizaron el pasado 5 de agosto en un encuentro al que asistieron el vicecanciller italiano, Mario Giro, el embajador en Venezuela, Paolo Serpis, y representantes de Alitalia para evaluar el reinicio de las operaciones de la aerolínea.
Durante las últimas semanas, autoridades y representantes de aerolíneas se han reunido para analizar sus operaciones en Venezuela, rutas, itinerarios, tarifas y acuerdos para la entrega de las divisas pendientes, con el objetivo de que las compañías puedan reportar sus ganancias en sus países base.
