Varias entidades empresariales de Mallorca, como son Afedeco, Pimeco, CAEB o Pimem, han defendido este martes que la llegada de cruceros es “muy importante” para la economía balear, tanto para el comercio como para la oferta complementaria.
Los empresarios mallorquines han realizado este alegato a favor del turismo de cruceros después de que varias entidades ecologistas de Palma firmaran el pasado lunes un manifiesto contra los megacruceros, en el que piden al Ayuntamiento y al Govern que se limite “la llegada de estos megacruceros con un máximo de uno al día” y con una capacidad inferior a “las 4.000 personas”.
Un turismo positivo
Dichas empresas informaron en un comunicado que el turismo de cruceros es “muy positivo porque se trata de turistas que vienen a Palma, que tienen unas horas o un día para conocer la ciudad, y además es una muy buena manera de tener una primera impresión de la ciudad porque, si es buena, pueden volver”.
Asimismo, han defendido que “se trata del sector que más puestos de trabajo fijo genera y de manera estable” por lo que, desde todas estas agrupaciones, piensan que “toda iniciativa dirigida a captar nuevos turistas siempre es bienvenida”.
Finalmente, han lamentado que “haya un cierto interés de determinados sectores políticos de demonizar el turismo de cruceros y de buscar apoyos rápidos y de organizaciones próximas cuando, hoy por hoy, el 70% de las ventas en los comercios de la capital balear se deben gracias a la visita de los turistas”.
Impactos medioambientales
Por su parte, las entidades ecologistas, entre las que se encuentra Palma XXI, ARCA, el GOB y Terraferida, han pedido a la Autoridad Portuaria que controle diariamente y publique “los impactos medioambientales de los cruceros en consumo de agua, electricidad y contaminación de aire y agua”.
También han exigido a la Autoridad Portuaria “la transparencia fiscal y laboral de todas las empresas de cruceros que visiten la ciudad” y han defendido “el aumento del Impuesto del Turismo Sostenible que pagan los cruceristas hasta los cinco euros” para compensar “los gastos que genera el impacto de estas excursiones masivas”.
Del mismo modo, el manifiesto incluye la realización de “las gestiones pertinentes para declarar como zona ECA (Área de Control de Emisiones) el Mediterráneo, como ya se ha hecho en el Mar del Norte y en el Báltico”.
“El turismo de megacruceros en Palma ha aumentado de forma insostenible y no deseable para nuestra ciudad, provocando un grave impacto medioambiental y territorial, así como crecientes protestas sociales”, ha lamentado el presidente de Palma XXI, Jaume Garau.