El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) ha denunciado este viernes que Ryanair ha obligado a los pilotos situados en la base de Girona a firmar unos contratos “que contradicen lo establecido en la legislación española vigente”.
Según el sindicato, un informe de la Inspección de Trabajo ha constatado que los nuevos contratos firmados tanto por tripulantes de cabina como por los pilotos de la base de Ryanair en Girona “no se ajustan a la legislación nacional vigente”.
El informe recoge las distintas irregularidades que afectan “gravemente” a aspectos laborales de los trabajadores de la compañía, y a las que son sometidos tanto los tripulantes de cabina como los pilotos a la hora de firmar los nuevos contratos laborales proporcionados por la compañía aérea.
Durante la negociación del ERE –que en un principio afectaría a las bases de Girona, Gran Canaria, Tenerife Sur y Lanzarote–, Ryanair hizo una propuesta en la que condicionaba no cerrar la base de Girona, dejándola como base estacional y con la conversión de contratos de la plantilla a fijos discontinuos, a cambio de que los sindicatos aceptaran las condiciones del ERE para el resto de trabajadores afectados, en términos de mínimos legales.
“Trabajadores itinerantes”
Sepla ha denunciado que la compañía pretende que los pilotos con base en Girona se conviertan en “trabajadores itinerantes” según la Inspección de Trabajo.
Los “acusados recortes salariales” a los que tendrían que hacer frente los trabajadores de Girona tampoco cumplen, según Inspección de Trabajo con los mínimos legales, puesto que la retribución garantizada quedaría por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
“Ryanair obligó a los pilotos a firmar este tipo de contratos, aprovechando que los representantes de los trabajadores no eran conocedores de estas modificaciones contractuales, con el objetivo de sacar partido al estado de presión al que estos estaban siendo sometidos”, ha criticado el sindicato.
Además, la aerolínea ha exigido la exclusividad laboral a estos trabajadores y pretende obligar a sus empleados de Girona a pasar los controles sanitarios cuando esta lo crea necesario, pudiendo relevar al trabajador de su puesto una vez conocidos los resultados.