El Estado italiano se convertirá en el mayor accionista de Ilsa, que comenzará a competir con Renfe y Ouigo en la alta velocidad a partir del segundo semestre de 2022 bajo la marca comercial Iryo, una vez concluya la venta por parte del otro accionista, la valenciana Air Nostrum, de un 25% de la empresa a Globalvía.
Actualmente, el accionariado de Ilsa estaba controlado en un 55% por Air Nostrum y en un 45% por Trenitalia, el operador público de Italia controlado al 100% por el Ministerio de Economía de ese país. Sin embargo, si se cierra esta transacción, el paquete del 55% estará ahora dividido en un 30% para Air Nostrum y otro 25% para Globalvía.
Así, a Renfe, con capital 100% público español, le han salido tras el proceso de liberalización ferroviaria dos competidores cuyos mayores accionistas son los Estados francés e italiano. Por un lado Ouigo, de la operadora francesa pública SNCF, y por otro Iryo.
Además, Globalvía, que nació en 2007 para unir bajo un solo grupo todos los activos concesionales de FCC y Caja Madrid, pasó a ser controlada en 2016 por tres fondos de pensiones de Canadá, Países Bajos y Reino Unido.
Según adelanta Expansión, Globalvía ya ha alcanzado un acuerdo para comprar el 25% de Ilsa en una operación que valora el 100% de la empresa ferroviaria en unos 200 millones de euros. Esta operación reforzaría la estructura financiera e impulsaría el objetivo de la compañía de expandirse por toda la red española.
Precisamente, el director general de Ilsa, Víctor Bañares, adelantó este lunes en una comisión del Congreso de los Diputados que la intención de la compañía es entrar en la alta velocidad a Galicia a partir de 2026, así como pujar por algunos servicios públicos cuando estos también se abran a la competencia.
Fuentes de Ilsa consultadas por Europa Press defienden que la búsqueda de un tercer socio para la compañía es una operación que todavía no ha concluido, por lo que aún está estudiándose, mientras que desde Globalvía tampoco confirman el cierre de la operación.
Globalvía ya intentó hacerse con algunas de las rutas en el proceso de liberalización que abrió Adif en 2019. Se asoció con Moventia pero no logró ningún surco. También compitieron la firma andaluza Eco Rail y el grupo formado por Talgo, Globalia y el fondo Trilantic.
Inicio de las operaciones
Más allá de la composición del accionariado, Iryo ya ha arrancado la maquinaria para estrenarse en la alta velocidad española con la compra de 20 trenes ETR 1.000, llamados comúnmente Frecciarossa 1.000, y con la contratación de 30 maquinistas.
Los trenes se encuentran ya realizando las pruebas de homologación obligatorias en distintos tramos de la red de Adif. En concreto, están haciendo pruebas en el tramo Madrid-Sevilla y en la ruta Madrid-Barcelona, y ya han recibido un resultado positivo en ETCS (sistema de control ferroviario europeo) en la línea Figueres-Perpiñán.
La previsión de Iryo es crear 2.600 empleos entre directos e indirectos, conectando Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla, Málaga y Córdoba.