La asociación recomienda incluir en el sistema todas las vacunas aprobadas por la OMS.
Las Asociaciones Europeas de Agentes de Viajes y Turoperadores (ECTAA por sus siglas en inglés), avala la legislación vigente a nivel europeo sobre el Certificado COVID, pero asegura que se podía intentar ser más ambiciosos en su uso, hasta ahora probado hasta verano de 2023.
La alianza que conforma el Manifiesto Europeo del Turismo ha acogido con satisfacción la propuesta de la Comisión Europea, y lo considera “un gran éxito, al ser el único sistema que funciona a nivel mundial”. Como reconocen, a fecha de 25 de febrero era reconocido por 35 países y territorios extracomunitarios y que se habían conectado al sistema para permitir los viajes internacionales de los ciudadanos europeos, esperando, además, que la cifra se engrose a medida que se vayan liberalizando más fronteras.
No obstante, desde ECTAA creen que es necesario un planteamiento más ambicioso “para cumplir y mejorar el papel del Certificado COVID como una solución digital clave para restablecer la movilidad internacional y mundial”.
Por ello, consideran que es necesario ampliar la cantidad de vacunas que se pueden recoger en dicho certificado, añadiendo todas las que se están administrando en todo el mundo, incluyendo todas aquellas que ya han sido aprobadas por la OMS por el procedimiento de emergencia.
“Muchas de estas vacunas no han solicitado –y es improbable que lo hagan en un futuro– la aprobación por parte de la Agencia Europea de Medicamentos, simplemente porque no tienen intención de comercializarlas en la Unión Europea”, apuntan desde la asociación.
Además, señalan que otro problema que han encontrado es que, en algunas ocasiones, las mismas vacunas europeas se comercializan en terceros países bajo otra denominación, algo que también las lleva a su exclusión en el Certificado COVID.
Es por ello por lo que solicitan la inclusión de cualquier vacuna aprobada por el mecanismo de emergencia de la OMS dentro del sistema del Certificado COVID.
Recuerdan, además, que, aunque en estos momentos no esté sucediendo, no se puede descartar la posibilidad de que la situación epidemiológica empeore, volviendo a imponerse restricciones a la movilidad, y donde el Certificado COVID se volvería a convertir en la llave de entrada a países e, incluso, actividades dentro del propio país.
Por ello, consideran que los diferentes países deberían flexibilizar el uso de certificados, aceptando más sistemas de verificación más allá del aplicado en Europa, permitiendo así a los turistas de distintas regiones poder disfrutar de estas actividades, recomendando aceptar dentro del país los mismos certificados que son aceptados en frontera.
Además, consideran que la verificación del Pasaporte Covid no debe utilizarse para imponer restricciones a la movilidad dentro de los países, como sucedió, por ejemplo, en España en 2020. Y reiteran que el uso del certificado debería abandonarse cuando haya “indicios claros” de que la situación epidemiológica se puede volver a controlar.
