La aerolínea del golfo, Emirates, ha rechazado la orden del aeropuerto de Heathrow-Londres de limitar su capacidad a 100.000 pasajeros diarios hasta el 11 de septiembre, argumentando que se trata de “un desprecio flagrante por los consumidores”.
El director general del aeropuerto de Heathrow-Londres, John Holland-Kaye, explicó el martes que el sector de la aviación mundial se está recuperando de la pandemia, pero que “el legado del COVID-19 sigue planteando retos” y ha admitido que hay algunas funciones “críticas” en el aeropuerto que todavía no cuentan con los recursos necesarios, en particular, los empleados de tierra.
En un comunicado, Emirates ha asegurado que es “muy lamentable” que “la pasada noche” el aeropuerto les diera 36 horas para cumplir con los recortes de capacidad, “una cifra que parece sacada de la nada”.
En este sentido, la aerolínea ha afirmado que están “totalmente preparados” y son capaces de atender sus vuelos, así que “la cuestión reside en los servicios y sistemas centrales que son responsabilidad del operador del aeropuerto”.
En cuanto a los viajeros, Emirates ha criticado que la decisión de Heathrow es “un desprecio flagrante para los consumidores”, ya que les obligan a “negar asientos a decenas de miles de viajeros que han pagado y reservado con meses de antelación”.
“Es imposible volver a reservar el gran número de pasajeros potencialmente afectados y tampoco es realista trasladar algunas de nuestras operaciones de pasajeros a otros aeropuertos del Reino Unido con tan poca antelación”, ha señalado la compañía aérea.
Por último, ha acogido con “satisfacción” las medidas adoptadas por el Departamento de Transporte y la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido para solicitar información a Heathrow sobre sus planes de respuesta, la resistencia de los sistemas y para explicar el límite “aparentemente arbitrario” de 100.000 pasajeros diarios.