Desde el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC por sus siglas en inglés), han reaccionado de manera negativa hacia la imposición de controles COVID-19 a los viajeros procedentes del país asiático, señalando que esta decisión indica que “los Gobiernos no han aprendido nada sobre el comportamiento de este virus”.
En concreto, la presidenta y CEO del Consejo, Julia Simpson, ha valorado por un lado los beneficios del abandono de la política de COVID cero por parte de su Gobierno, asegurando que “después de casi tres años, es una gran noticia que China finalmente se esté abriendo. Los visitantes chinos de todo el mundo contribuyeron con 253 mil millones de dólares (237 mil millones de euros) a la economía global en 2019, creando empleos e impulsando las economías regionales. La recuperación del sector de Viajes y Turismo de China es muy bienvenida”.
Al hilo de esto, Simpson ha lamentado que “la introducción automática de restricciones de viaje muestra que los Gobiernos no han aprendido nada sobre el comportamiento de este virus y continúan ignorando el consejo de la Organización Mundial de la Salud de que las restricciones fronterizas no impiden que el virus mute o se mueva por todo el mundo. La reintroducción de pruebas COVID ineficaces para los viajeros chinos es un paso atrás para el sector global de Viajes y Turismo”, ha aseverado la directiva en un comunicado.
La pasada semana, Willie Walsh, director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), se posicionó de manera similar al respecto de estas medidas, juzgando que “tenemos las herramientas para gestionar la COVID-19 sin recurrir a medidas ineficientes que corten la conectividad internacional, dañen economías y destruyan trabajos. Los gobiernos deben basar sus decisiones en ‘hechos científicos’ en lugar de en ‘ciencia política’”.