Las líneas aéreas españolas se han mostrado satisfechas por la nueva regulación europea sobre el combustible sostenible en la aviación (SAF, por sus siglas en inglés) aprobada este miércoles por el Parlamento europeo y reclaman al Gobierno incentivos para favorecer su uso.
El Pleno del Parlamento europeo ha dado este miércoles luz verde a las nuevas normas que impondrán el uso de al menos un 70% de combustibles ecológicos a los aviones que operen en aeropuertos de la Unión Europea en el horizonte de 2050, un hito para el que deberán ya en 2025 empezar a cargar al menos un 2% de combustibles sostenibles en sus depósitos.
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que engloba el 85% del tráfico aéreo en España, ha mostrado su satisfacción por este nuevo reglamento y asegura que es “la solución más eficaz en el corto plazo para avanzar en la descarbonización del transporte aéreo”.
No obstante, desde ALA se advierte que aún se deben superar dos barreras para su implementación con éxito: su escasa producción –en 2019 tan sólo representaba el 0,1% del carburante convencional– y su elevado precio, entre tres y seis veces superior al convencional.
El presidente de Asociación, Javier Gándara, ha puesto en valor el SAF, que se ha identificado por toda la industria “como la solución más eficaz para avanzar en su descarbonización”, dadas sus cualidades, que permiten reducir en un 80% las emisiones de CO2 en el ciclo de vida del combustible, que ya se puede mezclar en los motores en un 50% y distribuirse a los aeropuertos sin requerirse ninguna adaptación.
“Es por ello por lo que es necesario que el Gobierno destine incentivos que favorezcan la producción de SAF a escala”, ha recalcado Gándara.
El reciente informe de PwC titulado ‘Estudio sobre los impactos ligados a la transición ecológica en el sector de la aviación’ indica que se necesitarían entre 30 y 40 plantas de producción de SAF en España para descarbonizar la aviación española. Esta escalada de producción, según el mismo informe, podría generar hasta un total de 56.000 millones de euros de PIB y 270.000 nuevos puestos de trabajo en España.
En opinión de Gándara sería necesario una apuesta “decidida” del Gobierno por esta solución. “Se nos presenta una oportunidad importante de país que va más allá del sector aéreo, pero eso requiere ayudas públicas”, aseguró el directivo recordando que otros países como Francia o Estados Unidos ya están ofreciendo ayudas millonarias para favorecer esta transición ecológica.
“No podemos perder tiempo porque corremos el riesgo de quedarnos a la cola en desarrollo de este combustible y perder la gran oportunidad que se le presenta a España, a nuestra industria, de convertirse en un centro de producción y exportación de SAF al resto de Europa”, ha concluido el máximo representante de ALA.