La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha pedido al Gobierno que impulse “cuanto antes” los incentivos para desarrollar la producción de combustible sostenible para la aviación (SAF) con el objetivo de favorecer su implantación y reducir la brecha de precio respecto al combustible convencional.
Así lo ha manifestado el presidente de ALA, Javier Gándara, en su intervención en la III Cumbre del Clima organizada por ALA, COIAE y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (Etsiae).
En el evento, Gándara ha incidido en que el Ejecutivo debe concretar las ayudas al SAF después de que el PSOE propusiese en su programa electoral de las pasadas elecciones en julio un plan de ayudas para el desarrollo de instalaciones de producción de combustibles sostenible.
“Pedimos al nuevo Gobierno que apueste por políticas que promuevan la investigación y el desarrollo de soluciones que avancen en la descarbonización del sector frente a aquellas que puedan reducir la actividad aérea, como la promoción del desarrollo del SAF mediante incentivos para escalar su producción”, ha señalado durante la mesa redonda.
SAF, producto escaso y caro
Además, ALA ha recordado que el SAF permite reducir en un 80% las emisiones de CO2 del ciclo de vida del combustible y ya se puede mezclar en un 50% con el combustible convencional sin requerirse ninguna adaptación.
Sin embargo, en un comunicado ha explicado que existen algunas barreras a abordar para que se implemente con éxito, ya que es “un producto escaso”, en 2019 representaba el 0,1% del total del combustible, y es entre tres y seis veces más caro que el combustible convencional, con lo que “su elevado precio también podría suponer una barrera a la hora de implementarlo”.
Por último, ALA considera que abordar estas limitaciones es “clave” no sólo porque el SAF es una oportunidad para descarbonizar el sector aéreo, sino porque tiene el potencial de convertir España en “un centro de producción y exportación de SAF al resto de Europa”.
Según un informe de PwC, si en España se desarrollasen las entre 30 y 40 plantas de SAF que se necesitan para cubrir las necesidades de la aviación, se generarían 56.000 millones de euros de PIB y 270.000 nuevos puestos de trabajo.