Son localidades en las cuales se han asentado distintas civilizaciones históricas que han dejado su huella.
La Agencia Catalana de Turismo (ACT) promueve el turismo rural destacando algunos pueblos y villas con encanto. Son localidades en las cuales se han asentado distintas civilizaciones históricas que han dejado su huella. Se puede apreciar tanto en la cultura como en la arquitectura en lugares como Mura, Santa Pau, Prades y Montsonís.
Mura
Es un pequeño pueblo de aire medieval que conserva el encanto de sus calles empedradas. Se ubica en el centro del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, a 57 kilómetros de Barcelona. Está completamente rodeado de naturaleza y sus antiguos edificios se conservan y se integran con el entorno. La ACT recomienda visitar Las Tinas del torrente de Fleguer y Las Tinas de Bleda, que servían para la fabricación de vino, el Puig de la Balma y el Molino del Mig. Como recomendaciones gastronómicas, el poti-poti, el bacalao y las patatas.
Santa Pau
Este pequeño municipio se sitúa en la Zona Volcánica de la Garrotxa, Girona. Entre murallas y con callejones de piedra, cuenta con una plaza porticada gótica. La ACT aconseja probar los fesols, una especie de alubia denominación de origen. Además, propone un vuelo en globo y una ruta en carruaje como opciones de ocio.
Prades
En la provincia de Tarragona se ubica Prades, una pequeña localidad a 950 metros sobre el mar. Es una población de montaña que invita a realizar todo tipo de actividades deportivas, culturales y lúdicas. Su clima atlántico la convierte en un destino perfecto en verano y un pueblo para disfrutar de la nieve en invierno. Entre sus principales atractivos están las iglesias, plazas, fuentes y los restos del castillo. Además, tiene también un parque astronómico que se puede visitar.
Montsonís
Con apenas 65 habitantes, Montsonís fue un enclave importante en la Edad Media por su situación fronteriza con el mundo árabe. Está en la provincia de Lleida y su joya de la corona es un castillo que acogía a peregrinos que recorrían el Camino de Santiago. Actualmente la fortaleza está habitada y sigue en uso. A pesar de ello, se puede visitar. La ACT también propone ir al Monasterio de Mare de Déu de Salgar y crear construcciones con materiales naturales como piedras u hojas.
