La Asociación Alemana de Viajes (DRV) prevé una carga adicional a corto plazo de 21 millones de euros para los operadores turísticos por el aumento del 20% al impuesto de los billetes de avión que las aerolíneas tendrán que pagar a partir de mayo para los trayectos que partan desde los aeropuertos nacionales.
En concreto, la tasa crecerá hasta situarse entre 15,53 euros y 70,83 euros por pasajero en función del destino final del viaje, mientras que anteriormente se debía pagar entre 12,48 y 56,91 euros.
En declaraciones a la agencia alemana DPA, el presidente de DRV, Norbert Fiebig, ha asegurado que los costes adicionales no podrán repercutirse de forma retroactiva a los viajeros, “ya que un aumento retroactivo de los precios de los viajes combinados no es posible de facto”.
Los operadores turísticos están autorizados a repercutir de forma retroactiva los costes más elevados a los clientes en virtud de una cláusula correspondiente en las Condiciones Generales de Contratación (CGC). Sin embargo, el aumento está sujeto a numerosas condiciones, por lo que “es probable que la mayoría de los operadores turísticos se abstengan de hacerlo”.
Esta decisión sobre el alza de los billetes forma parte del paquete de medidas con las que el Gobierno alemán pretende tapar los agujeros presupuestarios de miles de millones de euros debido a una sentencia del Tribunal Constitucional.
El pasado mes de febrero DRV ya se había pronunciado sobre esta situación, criticándola duramente al denunciar que “perjudica a los viajeros en verano y, principalmente, a las familias con niños”. “El aumento del impuesto sobre los billetes es erróneo e inaceptable”, resaltó Fiebig en un comunicado.