La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) ha manifestado su “rotunda oposición” a la aprobación de la tasa turística “por las consecuencias negativas que esta generaría en la industria turística”, al tiempo que ha criticado que dicha tasa “es en realidad un impuesto, sin retorno inmediato para la industria turística”. Además, han apuntado que, de implantarse, un malagueño pagará “un 4,8% más por sus vacaciones en Andalucía”.
El presidente de la patronal malagueña, José Luque, señala que los hoteleros de la provincia son conscientes “del déficit de la administración local para prestar servicio a sus ciudadanos”, pero subrayan que la aprobación del impuesto turístico “afectaría muy negativamente a la competitividad del sector y, por extensión, al conjunto de la economía local y regional”.
“Su implantación no tendría un retorno garantizado a la industria turística porque los impuestos carecen de objetivo finalista, es decir, su recaudación pasa al conjunto de ingresos de las administraciones sin un objetivo concreto”, agrega Luque.
Y concluye con la consideración de que “al final, la economía del conjunto de la sociedad se vería afectada porque el incremento de costes se trasladaría al incremento del IPC, y por tanto, a la inflación general”.
El presidente de Aehcos se ha referido a experiencias similares que ya se han puesto en marcha en otras comunidades como Baleares o Cataluña, donde, en su opinión, ya se ha podido constatar que el supuesto sentido finalista de ese impuesto no se ha cumplido “ya que el dinero recaudado está siendo destinado a corregir déficits de financiación de otros servicios públicos.
En este sentido, desde Aehcos hacen especial especial hincapié en el “agravio fiscal comparativo entre las distintas comunidades autónomas que supone la creación de este nuevo impuesto, ya que su implantación es una decisión de cada Administración regional”.
“Un impuesto que afectaría de forma directa a todos los andaluces y malagueños que quisieran disfrutar de sus períodos de ocio en Andalucía”, añaden.
Aplicación a los propios malagueños
“Hemos de recordar que este impuesto no solo se aplicaría al turista extranjero por sus estancias en nuestra comunidad, sino a cualquiera de nosotros en nuestras visitas a Andalucía o incluso si nos alojamos en un hotel, alojamiento o vivienda con fines turísticos de nuestro propio municipio, si, por ejemplo, queremos celebrar San Valentín, un Aniversario...”, ha precisado el comité ejecutivo de Aehcos.
La patronal también señala que en 2023, según datos de Turismo y Planificación Costa del Sol, Málaga recibió 1,7 millones de viajeros procedentes de Andalucía que se alojaron en establecimientos turísticos, lo que supone el 56,2% del total de viajeros nacionales registrados y un 21,6% del total de viajeros (españoles y extranjeros).
Estos turistas procedentes de Andalucía generaron 5,7 millones de pernoctaciones en la provincia, lo que implica que los turistas andaluces pagarían más de 17,1 millones de euros por este nuevo tipo impositivo, o lo que es lo mismo, 22 de cada 100 euros recaudados saldrían de los bolsillos de turistas andaluces.
“Pondremos el ejemplo de una familia media andaluza, formada por dos adultos y dos niños, que desea pasar el Puente del Pilar en Málaga, es decir, hospedarse tres noches, del 11 al 14 de octubre en dos habitaciones de hotel, a unos 125 euros por habitación y noche, en nuestra provincia. Pues bien, esta familia tendría que pagar un 4,8% más por el alojamiento. Al aplicarles un impuesto de tres euros por persona y noche (Según la Ley de Baleares en un tres estrellas), la cuenta se vería incrementada en un total de 36 euros. Es decir, la escapada a Málaga les resultaría 36 euros más cara”, han explicado desde la patronal hotelera.
Pérdida de competitividad
Este incremento en los precios, insisten desde Aehcos, incidiría negativamente en el bolsillo de las familias y por consiguiente en la satisfacción del turista, “lo que dañaría la fidelización y prescripción de nuestros visitantes y se traduciría en una pérdida de competitividad de nuestros destinos”.
Por otra parte, desde la patronal hotelera reiteran que “la aplicación de un impuesto turístico no implica la captación de un turismo de calidad como aseguran algunos representantes públicos. Ya que la calidad del turismo no viene definida por el mayor o menor coste de las vacaciones o el poder adquisitivo de los viajeros, sino por la oferta segmentada o diferenciada en base a la diferenciación en experiencias del viajero tal y como argumentan los profesionales del sector”.
Alternativas
“Frente a la denominada tasa turística, desde Aehcos proponemos explorar otras vías de financiación para los municipios turísticos, como subvenciones estatales o procedentes de fondos europeos, y en lugar de implantar una tasa general, defendemos el estudio e impulso de programas e iniciativas específicas enfocadas a fomentar la sostenibilidad y la eficacia de la gestión turística, allá donde sea necesario”, ha concluido José Luque.