Está claro que si alguien sufre de problemas coronarios es muy recomendable que no se dedique a la industria de la aviación comercial, dados los innumerables sobresaltos que ésta presenta a todos los participantes en la misma. Cuando no es el precio del combustible o la congestión del espacio aéreo, es la erupción de un volcán de nombre impronunciable o el cierre de un aeropuerto por culpa de unos drones, hasta un largo etcétera de circunstancias a las que está sometido este sector.
Lo cierto es que a pesar de todas esas circunstancias adversas, a las que habría que añadir la difícil supervivencia para muchas compañías aéreas, lo que es indudable es que el transporte aéreo ha pasado a formar parte del estilo de vida de una gran mayoría de ciudadanos. Hoy en día el público da por hecho que los billetes aéreos son asequibles a la mayor parte de los bolsillos, y de esta forma pueden irse de vacaciones, hacer negocios, o visitar a sus familiares y amigos con una frecuencia impensable hace no demasiado tiempo. Y lo bueno es que esta disponibilidad de tarifas baratas ya no es exclusiva de las denominadas aerolíneas de bajo coste, sino que todas las compañías se han visto obligadas a reinventarse para ofrecer billetes económicos y, de este modo, responder a la expectativa del consumidor medio.
“Todo indica que nos adentramos en un verano que va a ser al menos tan complicado como el pasado”
“Hoy en día el público da por hecho que los billetes aéreos son asequibles”
Afortunadamente, a pesar de todo ello, la oferta este verano en España se va a incrementar alrededor del 2,5% frente al pasado, lo que, teniendo en cuenta que llevamos varios años seguidos de records de tráfico, es una buena noticia, ya que millones de consumidores van a poder seguir disfrutando de una conectividad y asequibilidad inimaginables no hace demasiado tiempo.