La presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM), Maria Frontera, ha explicado este miércoles que la deuda acumulada en Baleares debido a la caída de la aerolínea Thomas Cook, se calcula, actualmente, en unos 100 millones de euros. Frontera ha informado también, que existen algunos establecimientos hoteleros que se están planteando adelantar el final de la temporada turística, como consecuencia del cese de la compañía.
Así ha informado la presidenta de la FEHM, tras mantener una reunión con la conselleria de Modelo Económico y Turismo y la conselleria de Movilidad, en la que han participado, también, los principales agentes sociales y económicos relacionados con el sector turístico.
Además, Frontera ha pedido al Gobierno central la articulación de medidas concretas, más allá de “buenas palabras”. Asimismo, ha explicado que este miércoles se reunirá con responsables hoteleros de Mallorca para estudiar la posibilidad de que algunos establecimientos puedan adelantar el final de la temporada, debido a los efectos de la fallida de Thomas Cook.
Por su parte, el conseller de Modelo Económico y Turismo, Iago Negueruela, ha explicado que desde Baleares trabajarán de forma “bilateral” con los agentes sociales y económicos de las Islas relacionados con el sector turístico, para consensuar qué líneas de ayuda se pueden solicitar al Estado, y qué medidas se pueden tomar desde el Ejecutivo autonómico.
En este sentido, Negueruela ha querido resaltar que Baleares es “una potencia turística” y que mediante esta actividad el archipiélago aporta una serie de recursos importantes al PIB nacional.
Vuelos especiales para retornar a los afectados
Por otra parte, el conseller de Movilidad, Marc Pons, ha informado que este miércoles saldrán cuatro vuelos especiales desde Palma y habilitados por Reino Unido para transportar a 960 personas de vuelta a su país, además cinco vuelos que saldrán desde Ibiza para transportar a 1.100 personas. No hay vuelos especiales previstos desde Menorca para este miércoles.
Finalmente, tanto los representantes del Govern como los responsables de los actores sociales y económicos de Baleares, han coincidido en pedir “tranquilidad” y “responsabilidad” para abordar este suceso, con el objetivo de paliar, en la medida de lo posible, los efectos que esta quiebra pueda tener sobre el sector turístico de las Islas.