Teresa Parejo afirma que “desde 2013 hemos incorporado 33 nuevos aviones de última generación”.
La directora de Sostenibilidad de Iberia, Teresa Parejo, explica a la revista AGENTTRAVEL qué acciones está llevando a cabo la compañía en pro de la sostenibilidad y destaca que se han marcado como objetivo para 2030 ser un 40% más eficientes”.
¿Cómo enfoca la compañía la sostenibilidad y qué planes van a elaborar?
El crecimiento sostenible de las operaciones es una prioridad para Iberia. Desde hace años estamos implementando una serie de medidas para que nuestra actividad tenga el menor impacto medioambiental posible.
Nuestro grupo, IAG, fue el primero en comprometerse en lograr el objetivo de emisiones netas cero de CO2 en el año 2050. Este objetivo lo vamos a lograr en varias fases y, de hecho, IAG acaba de anunciar también que en 2030 las aerolíneas del grupo operarán el 10% de sus vuelos con combustibles sostenibles (SAF). IAG comprará un millón de toneladas de SAF al año, lo que le permitirá reducir sus emisiones en dos millones de toneladas para el año 2030, equivalente a retirar un millón de automóviles de las carreteras europeas cada año.
Es indudable que los de IAG son objetivos muy ambiciosos, que lógicamente secundamos en Iberia. En esta misma línea, uno de los hitos que nos hemos marcado es ser un 40% más eficiente en 2030 frente al 2019.
Para lograrlo, estamos renovando completamente nuestra flota con aviones mucho más eficientes. Desde el año 2013 hemos incorporado 33 nuevos aviones, entre ellos los A350-900 y los A320neo, aviones de última generación. Los nuevos aviones son entre el 15 y el 35% más eficientes que las aeronaves a las que reemplazan.
¿Qué proyectos van a lanzar a medio plazo?
La renovación de flota, junto con otras iniciativas dirigidas a reducir nuestro impacto ambiental, como la reducción del peso del avión –con butacas y trolleys más ligeros o a través de la eliminación de la prensa a bordo–, entre otras medidas, el mantenimiento más eficiente de los aviones, o el desarrollo de nuevas herramientas para mejorar el plan de vuelo, nos han ayudado a reducir la intensidad de emisiones un 7,8% de media en los últimos cinco años, es decir, menos gramos de CO2 emitidos por pasajero y kilómetro transportado.
