La cadena Sercotel Hotel Group valora la campaña de verano de forma “muy optimista”, con un escenario “muy parecido o, incluso en algunos destinos, mejor que el verano de 2019”. Así lo asegura la compañía en un comunicado, en el que estima llegar a operar por encima del 85% de ocupación a nivel general, con “zonas, como el País Vasco, la Rioja, Cataluña o Comunidad Valenciana” por encima del 90% en julio y agosto. “Si ponemos el foco en Barcelona, prevemos que los 4 hoteles de la ciudad rocen el 92% de ocupación este verano”, añaden.
En términos de ADR, Sercotel espera “superar las cifras de 2019”, un análisis muy positivo, con precios que se espera que superen los 90 o 95 euros de media, mientras que “en destinos como Donosti, Barcelona o Sitges” ascienden hasta los 170 euros.
“Por lo que respecta a Barcelona ciudad, nos situamos en cifras prepandémicas. Además, los precios durante los meses de julio y agosto serán entre un 5% y 10% superiores a 2019”, comentan, aunque en junio los precios permanecieron “ligeramente” por debajo a los niveles prepandemia.
De hecho, la compañía espera llegar a cifras de ocupación propias del último verano antes de la pandemia, y ya se vislumbra un “cambio de tendencia considerable en lo que respecta a la antelación de la reserva”, señala la compañía en el comunicado, con clientes que vuelven a apostar por las tarifas no reembolsables y antelaciones que rondan entre los 18 y 22 días.
A nivel internacional, la compañía confirma que las reservas europeas vienen aumentando de forma “constante desde Semana Santa”, especialmente desde los emisores más cercanos. Francia, Reino Unido, Alemania e Italia son los que más están llegando a reservar en Sercotel, apuntan. En cuanto al largo alcance, “presenta síntomas claros de recuperación en algunos mercados”, con el norteamericano a la cabeza, pero el asiático “aún no ha despegado”.
Intentar no repercutir la subida de costes
En el comunicado, Sercotel señala que están intentando que “el aumento de costes” repercuta “lo mínimo en el consumidor”, aunque el “contexto inflacionista generalizado” y el “efecto champán” de la demanda contenida están complicando la situación.
“Hasta el momento, este aumento de precios generalizado no vemos que tenga un efecto negativo en el ritmo de reserva, aunque estamos muy atentos a posibles fluctuaciones en la demanda para poder activar las palancas que fueran necesarias para revertir cualquier situación que pudiera darse”, apuntan.
Además, ese “efecto champán” esperan que no desaparezca después del verano. “Tras el período estival prevemos que la tendencia alcista se mantendrá algunos meses más, al menos hasta finales de este 2022. El escenario que contemplamos para 2023 es que, si no surgen perturbaciones adicionales, la inflación vaya bajando progresivamente y tienda a estabilizarse”, comentan.
Sin turoperación pero más canal directo
Desde la compañía, además, destacan que “la turoperación no está registrando la contribución de otros años, especialmente en destinos urbanos”, por la falta de antelación de las reservas y el interés “explosivo” de la clientela.
“La contribución de las ventas por canal directo sigue creciendo a buen ritmo, y se sostiene la tendencia que se inició en 2019. Esta tendencia creemos que se mantendrá hasta después de verano”, añaden.