Los intervinientes hablaron de la importancia de establecer un límite a las viviendas de uso turístico.
Uno de los objetivos de los destinos es encontrar esa seña de identidad que no solo haga que un visitante le escoja, sino que quiera repetir. Pero, al mismo tiempo, que visitantes que han llegado gracias a la oferta que ofrecía la ciudad no supongan un inconveniente para los residentes y, al mismo tiempo, entre todos puedan seguir haciendo creciendo el valor del turismo en el destino.
Esas fueron las principales conclusiones de la mesa redonda ‘Preservar el estilo de vida e identidades locales: clave del atractivo para el turista y el residente’ que organizó esta semana Exceltur con motivo de la presentación del informe Urbantur 2022.
El encuentro estuvo moderado por Jorge Schoenenberger, CEO del Grupo Viajes El Corte Inglés, que aseguró que “la demanda en los próximos meses” está siendo superior a la esperada, y, en comparación con febrero de 2019, el interés está siendo un 31% superior. “Si la gente que mira luego reserva, vamos a tener un tercio más de personas visitando nuestras ciudades”, señaló.
Ante este auge, destacó que “no podemos parar la demanda” al ser “fuente de riqueza”, por lo que es necesario apostar por la sostenibilidad, elemento “imperativo” dentro de la política del Grupo, para “favorecer que la gente pueda vivir en su ciudad” y se alcance el “equilibrio” necesario.
“Si la gente que mira luego reserva, vamos a tener un tercio más de personas visitando nuestras ciudades”, señaló Schoenenberger.
En este sentido, y con el objetivo de seguir mejorando la convivencia entre turistas y residentes, Antonio Muñoz, alcalde de Sevilla, puso en valor la mejora del “instrumento de gestión del turismo de la ciudad, con una percepción más transversal, sabiendo que gestionamos una ciudad turística y metiendo en el tablero de juego todo lo concerniente a urbanismo, limpieza y la unión con otros sectores”.
“Ese cambio en la gobernanza y el cambio de posicionamiento con respecto a los grandes eventos, junto al impulso a la movilidad interna o la preocupación por el equilibrio con la convivencia con los vecinos nos está dando una experiencia está satisfactoria, porque les hemos hecho partícipes de las micromedidas que tomamos”, destacó el edil.
En cambio, la ciudad de Barcelona ha visto cómo su situación ha empeorado con respecto a años previos, algo que confirma Jordi Ferrer, consejero delegado de Hesperia. “En los últimos años ha visto deteriorada su posición competitiva. Conociendo un poco la ciudad, y en comparación con otras, no me sorprende excesivamente”, expuso, destacando que los indicadores sobre la situación del entorno urbano y la convivencia son los que más están cayendo en la actualidad. Y es que, a pesar de la “oferta turística indudable” y su “atractivo muy singular”, el deterioro de algunas facciones, como la “polución estética”, la limpieza o los indicadores de delincuencia –que destacó Ferrer que alcanzaron su máximo en 2019– han minado el turismo de la Ciudad Condal.
Además, el consejero delegado de Hesperia puso el acento en la turismofobia generada por los problemas de convivencia entre visitantes y residentes. “No es un problema de turismo o ciudadanos. No hay un debate ahí, es más un tema de cuál es el modelo de turismo de la ciudad u cómo se equilibra para que sea agradable para todas las partes”, explicó.
En este sentido, José Luque, director general de Fuertegroup Hotels y presidente de Aehcos, puso el acento en que “donde de verdad existe la cogobernanza las cosas funcionan mejor”, abogando así por esos modelos de gestión, pero quiso hacer hincapié en que todavía “falta una mayor profesionalización de las asociaciones” de empresarios, algo que puede lastrar la gestión turística.
Este sistema ya está dando resultados en Sevilla, donde su alcalde se siente orgulloso de los avances alcanzados. “Hemos dado un salto importante ampliando la mesa con otras administraciones, otros representantes empresariales, con empresas de transporte, comercios, equipos de fútbol o incluso con la Iglesia por su patrimonio”, apuntó. De hecho, puso el foco en que no solo se tratan cuestiones de promoción –las tradicionalmente gestionadas por los consistorios–, sino que también hablan de “políticas de oferta y de ampliar a los actores”.
Antonio Muñoz, alcalde de Sevilla, puso en valor la mejora del “instrumento de gestión del turismo de la ciudad, con una percepción más transversal.
De hecho, muestra del buen funcionamiento de este sistema de gestión está la creciente apuesta de las compañías hoteleras por la capital hispalense, como confirmó Jordi Ferrer. “Nosotros lo vamos a hacer también. Hemos renovado la oferta gastronómica en nuestro hotel, con un gran éxito. Hemos ampliado las instalaciones de los gimnasios, y ahora vamos a invertir en renovar integralmente el hotel. No lo haríamos si no estamos cómodos en la ciudad y que tiene mucho futuro”, relató.
El problema de las viviendas turísticas
Una de las cuestiones que se trataron fue la problemática que existe actualmente con la proliferación de las viviendas de uso turístico, especialmente en los cascos urbanos de las grandes ciudades, que están expulsando a los propios vecinos y generando problemas de acceso a la vivienda de los habitantes de estas zonas.
Desde el sector, apuntan, a que esta oferta no debe desaparecer, ya que “hay gente que prefiere este sistema en algunos viajes”, pero coinciden que, junto a la hotelera, “deben convivir” con los habitantes y “deben dejar que la gente viva tranquila”, relató Jorge Schoenenberger.
Ante la problemática existente, el presidente de Aehcos explica que no entiende que “nuestro país no tenga un mayor liderazgo” en la gestión de la problemática, que lleva “en Baleares a situaciones dramáticas”, por ejemplo. Pero la raíz llega, como apuntó Antonio Muñoz, a que la situación “nos ha pillado sin el marco político adecuado”, y, aunque desde el Ayuntamiento han intentado regular, lo que verdaderamente le gustaría es “limitar” la oferta existente en este segmento alojativo.
Jordi Ferrer apuesta por buscar un “crecimiento moderado” de la economía turística.
“Lo que hemos podido hacer es regular desde el punto de vista urbanístico, pero desde el punto de vista turístico debe hacerlo la Junta de Andalucía”, que lo hizo con una normativa en vigor desde 2016, “pero a la vista del desarrollo del fenómeno, es demasiado ligera”, explicaba el edil, que exige por normativa que estas nuevas viviendas cumplan con las mismas normas urbanísticas que los hoteles.
Para evitar lo sucedido en Barcelona, Jordi Ferrer apuesta por buscar un “crecimiento moderado” de la economía turística, ya que “si no lo hacemos nos enfrentamos a un problema”, especialmente cuando “ya vamos tarde, porque estamos regulando tarde y ya ha crecido de forma exponencial” esta oferta. “Ya ha pasado tiempo para que tuviéramos una normativa autonómica y regular también desde lo estatal y que los ayuntamientos contemos con más instrumentos para regular este problema que es compartido por todos”, concluyó Antonio Muñoz.
