Nueva Directiva de viajes combinados, ¿sabemos qué esperamos?

Con motivo del nuevo proyecto de Directiva de viajes combinados, muchos han sido los que, en defensa del sector, han procedido a analizar el mismo esgrimiendo motivos de peso, en aras de que sus propuestas puedan ser tenidas en cuenta, con el fin de mejorar las condiciones de aplicación de la legislación y, sobre todo, adaptarla a la realidad de las empresas.

Debemos ser conscientes, o se debería ser, de que en España el sector turístico supone casi el 13% del total del PIB, siendo uno de los motores principales de nuestro país. Por ello, si bien es cierto que toda modificación que pueda llevarse a cabo en materia de Ley de viajes combinados tendrá un claro protagonista, que será el consumidor y la defensa de sus intereses y derechos, no menos cierto es que no debería olvidarse la necesidad de adaptar esa normativa al día a día de las empresas del sector, a su realidad y a favorecer esa cohesión entre las diferentes empresas y consumidores, con el fin de que se cree un tándem perfecto que haga que todas las partes involucradas en la venta de un servicio de viaje se beneficien, y que respetando los derechos de los consumidores se establezcan obligaciones adecuadas para ellos y viceversa de cara a las diferentes empresas intervinientes.

Como todos aquellos interesados habrán podido leer en el proyecto, su objetivo es hacer más eficaz la protección de los viajeros y simplificar y aclarar determinados aspectos de la actual Directiva. Todo ello derivado de una situación que vivimos y que ahora mismo solo es un recuerdo, que fue la pandemia; y añadiendo, como se hace en la Exposición de motivos del proyecto, el desafío que supuso la quiebra de Thomas Cook.

Son varios los puntos que se tratan en el proyecto y sobre los que se está creando debate por parte de diversos sectores del turismo, como son la complejidad y la incertidumbre sobre la difícil aplicación de los servicios de viaje vinculados, las dificultades para obtener reembolsos y la protección eficaz contra la insolvencia ante una grave situación de crisis, incluyendo la falta de normativa y regulación sobre los bonos.

Como decía, el principal objetivo es reforzar, si cabe más aún, el nivel de protección de los consumidores, así como mejorar el funcionamiento del mercado interior en el sector de los viajes combinados en aras de evitar lo que ya pudimos comprobar hace cuatro años, con situaciones reales de nuestro día a día en esos momentos que, o no se encontraban reguladas en la legislación vigente o que, a pesar de estarlo, no quedaba del todo clara su aplicación, conllevando a una fuerte inseguridad jurídica y a una gran complejidad en cuanto a interpretación normativa.

Por tanto, se pretende abordar cuestiones de suma importancia y que todos hemos sufrido y continuamos sufriendo, como la importancia de delimitar ciertas definiciones, como la de viajes vinculados; el establecimiento de pagos anticipados, bono y/o vales; lo relativo a la fuerza mayor, que todos sabemos la diferencia que supuso para las empresas del sector y, por ende, en detrimento de los consumidores; la diferencia o cambio de concepto de la fuerza mayor en la legislación anterior a 2018 y la actual, así como la protección frente a la insolvencia.

Por lo tanto, ¿sabemos qué esperamos?, ¿cuáles serán las consecuencias? El objetivo debería ser que la normativa siempre sea acorde con la realidad del sector y desde Tourism & Law abogados apoyamos, ayudamos y velamos por estos intereses.