El Observatorio del Sector Aéreo destaca que España debe impulsar reformas “urgentes y de calado” que sitúen al país a la vanguardia mundial en innovación y seguridad sanitaria para aliviar así las “cargas y trabas” que dificultan la recuperación del sector aéreo y de la economía en general, ya que esta tiene una alta dependencia al sector turístico.
En el informe, titulado ‘La aviación europea y española, tras la pandemia’, el Observatorio del Sector Aéreo, una iniciativa del Foro de Regulación Inteligente, destaca el potencial aéreo y turístico español a medio y largo plazo.
España se sitúa en la décima posición del índice de adaptación de la aviación a la COVID-19, a pesar de que los indicadores sanitarios y económicos están a la cola de Europa, lo que certifica que la aviación española ha sido capaz de adaptarse a la situación, con el esfuerzo e implementación de medidas internas drásticas y que su futuro crecimiento solo será posible si se desarrollan y aplican con rapidez reformas que incentiven el crecimiento.
El estudio, que supone la primera iniciativa del Observatorio del Sector Aéreo, se articula en torno a tres pilares, que son el económico-sanitario, la evolución específica del sector aéreo y la competitividad turística. Una vez ponderados los distintos indicadores que abarca el índice, el análisis jerarquiza a los 27 países de la UE en una escala que va de 0 a 100 puntos, siendo 100 la mejor nota posible. España ha obtenido en esta clasificación una puntuación de 64,34.
Crecimiento del PIB español negativo
En primer lugar, el estudio considera el comportamiento de la economía en el trienio 2019-2021. Este análisis refleja que el crecimiento medio del PIB español será negativo (-1,67 puntos), mientras que el promedio europeo apunta a un cuadro generalizado de estancamiento (+0,09 puntos). En lo tocante a la incidencia sanitaria de la pandemia, el análisis realizado muestra que los datos de España son cuatro veces peores que los de Europa, lo que actúa en detrimento de la demanda de vuelos, al generar incertidumbre.
En segundo lugar, el informe se centra en el comportamiento específico del sector aéreo y analiza diez variables referidas a la caída de tráfico, la variación en el número de vuelos, el comportamiento de las conexiones aeroportuarias y el número de aerolíneas en activo.
Este ejercicio acredita que España resiste la crisis con más flexibilidad y resistencia que otros de los principales mercados europeos, si bien el desplome ha sido histórico y no tiene precedentes, de modo que no cabe la autocomplacencia y urgen medidas de “rescate” basadas en reducir cargas y retirar trabas.
En tercer lugar, el Observatorio del Sector Aéreo estudia la competitividad turística, una variable que abarca aspectos como el patrimonio cultural y natural, las infraestructuras de transporte, la pujanza de la hostelería y la evolución del mercado a medio plazo. Este indicador coloca a España a la cabeza de Europa, lo que abre la puerta a una recuperación más fuerte en 2021 en caso de que se adopten reformas que favorezcan la operativa empresarial.
El informe del Observatorio del Sector Aéreo insta a consolidar un entorno regulatorio que facilite el desarrollo del turismo y la operatividad de la aviación, para que las empresas de ambos sectores puedan adaptarse lo antes posible al nuevo contexto sanitario, social y económico.