En términos de tendencias se espera que el turismo sostenible continúe ganando protagonismo.
El año 2024 puede valorarse como un “periodo crucial para el turismo, marcado por la consolidación de la recuperación tras los años de crisis sanitaria y la posterior incertidumbre global”. En cambio, para 2025, “la fortaleza de la industria turística en 2025 dependerá de su capacidad de adaptación” según confirma Marcos Franco, socio fundador de ReiniziaT, en una entrevista a ObservaTUR.
Según el balance de este año, 2024 ha sido un periodo de “crecimiento sostenido, especialmente en segmentos como el turismo nacional y los viajes internacionales de corta distancia”.
Además, mercados como Estados Unidos y Asia, con China a la cabeza, están teniendo un incremento en frecuencias y capacidades aéreas, “lo que demuestra el dinamismo del turismo y el posicionamiento de España como uno de los destinos más atractivos a nivel mundial en 2024”.
De cara al próximo año, el ecosistema turístico enfrentará tanto a “retos como oportunidades”. Por un lado, la “mejora de la conectividad aérea y la digitalización del sector, combinadas con una creciente demanda de experiencias personalizada abren nuevas oportunidades de mercado”.
Aun así, Marcos Franco también subrayó que siguen persistiendo riesgos como “la volatilidad económica o el impacto de los conflictos geopolíticos que podrían afectar a la operativa y el desarrollo normal de la actividad”.
Además, también remarcó la “adopción de tecnologías emergentes”, como la inteligencia artificial y el big data, será determinante para “personalizar experiencias”. Sin embargo, esta rápida evolución tecnológica supone un desafío, ya que “obliga a empresas y destinos a adaptarse rápidamente a las nuevas expectativas de los viajeros”.
España, líder en sol y playa
En términos de tendencias, se espera que el turismo sostenible continúe ganando protagonismo, impulsado por la preferencia por destinos secundarios y menos masificados.
Pero, sobre todo, “la fortaleza de la industria turística en 2025 dependerá de su capacidad de adaptación frente a un contexto de incertidumbre global”. Esto se debe en gran parte a los “conflictos geopolíticos de Ucrania y Oriente Medio y las tensiones políticas internas, que podrán frenar el crecimiento”.
En cuanto a las fortalezas de España para el próximo año, se encuentra la capacidad que muestra el país para “mantenerse como un destino líder en sol y playa y su posición privilegiada en el turismo cultural y gastronómico”. Además, Marcos Franco también incidió en la “continua inversión en infraestructura turística y digitalización”.
También ha aprovechado para hacer mención de las protestas por la masificación, que “deben ser abordado con decisión, rigor y diálogo entre las partes, pero sin demonizar al turismo”.
Nuevas tendencias de viajes
Los segmentos con mayor potencial de crecimiento incluyen el turismo nacional, “centrado en escapadas cercanas y sostenibles”; el turismo de lujo, que responde a “un viajero cada vez más exigente”; los viajes internacionales de media distancia, especialmente en mercados europeos; y el segmento de mayores de 55 años, “un grupo cada vez más numeroso y dinámico”.
En cuanto al turismo de negocios y el sector MICE “experimentará un crecimiento sostenido, pero combinado con la innovación tecnológica, sostenibilidad y personalización de experiencias”.
En términos de tendencias se espera que el “turismo sostenible continúe ganando relevancia”, impulsado por la preferencia por “destinos secundarios y menos masificados, así como por la diversificación geográfica”.
En cuanto a las agencias de viajes, Marcos Franco remarcó que “han alcanzado un protagonismo renovado como asesores expertos en un mercado cada vez más complejo”. Además, “su conocimiento y experiencia será clave para guiar a los viajeros hacia opciones personalizadas y optimizadas”.
